domingo, 5 de diciembre de 2010

Fuentes de Paz


     Somos para los demás, fuentes de todo aquello de lo que estemos repletos por dentro; si esto es positivo seremos por tanto fuentes de bendición hacia quienes nos rodean y hacia el mundo en que hemos sido puestos temporalmente, y del que nos iremos algún dia. Y de aquello que proyectemos, de aquello de lo que seamos fuentes seremos nosotros los primeros beneficiados; o los primeros perjudicados si aquello que llevamos dentro es negativo.

     Mi fuente es Dios...mala palabra para muchos. No hablo del Dios de las religiones, sinó del Dios del evangelio; aunque muchos no acaben de ver la diferencia. Ahí están las palabras de vida, y ninguna organización ni lider religioso tiene derecho a apropiarse de ellas, a pesar de que a lo largo de la historia eso se haya hecho y se haga con frecuencia. Y muchas veces lo han hecho los mismos que por otro lado se han atrevido a matar en su nombre, y a cometer todo tipo de atropellos en su nombre, a imponer dogmas e interpretaciones en su nombre; en definitiva a tratar de esclavizar al mundo en su nombre.

     Pero todo ello no logra nublar mi mirada y no me impide seguir confiando en el, aquel que dijo, entre otras muchas cosas: "Yo no os la doy (la paz) como el mundo la da". Pues esta es más sólida, mas duradera, mas firme, mas real. Aunque como humanos no somos invulnerables a las situaciones dificiles que nos pueden hacer perder esa paz (como la que yo estoy pasando actualmente). Y en ese caso, no hay nada perdido, simplemente que ocurran esas situaciones, que conllevan reacciones a veces no deseables, solo confirma que no hemos dejado de ser humanos, y que por tanto estamos expuestos a lo mismo que ocurre a todos los humanos. Pero siendo mi ética, mis valores, la paz del Dios en quien confío, más sólidos que mis propios problemas y dificultades, puedo confiar en el y en que las aguas vuelvan a su cauce. Porque yo se en quien puedo confiar. Y así lo confieso incluso cuando los sentimientos dicen que todo está perdido. Aunque parezca que me contradiga, cuando lo que creo choca con lo que siento. Y aún cuando haya quien no me entienda, yo se que el, el Dios del evangelio me entiende como nadie. Para eso me ha hecho y para eso soy suyo. Estoy por tanto en sus manos.

     Esta es en definitiva, la razón de un nombre. Y esta es mi situación actual. Con ella, pero con el, con Cristo, con el Señor y Salvador y tratando cada dia de confiar en el un poco más, comienzo esta nueva andadura en la web. Confesando mis problemas, mis fallos, mis dificultades, mis frustraciones, mi falta de esa paz a veces, pero confesando tambíen, aun contra mis propios sentimientos, que por encima de todo ello está el. Y eso es lo importante.

     Y le pese a quien le pese...




2 comentarios:

Mila dijo...

.Hola Javier te deseo todo lo mejor, sabes que no estoy
en mis mejores momentos, pero si que te digo que eres
un gran hombre, y sigue asi, y no cambies. Un besote Mila

Javier M. dijo...

Muchas gracias Mila, el aprecio y el sentimiento es mutuo. Saldrás de ese mal momento, estoy seguro de ello. Yo también se mucho de eso, y a pesar de todo aquí sigo dando guerra. Un abrazo.